Las tasas de enfermedad, de dolencias y de mal-estar son altas. Todas ellas tienen un impacto negativo
sobre la productividad y sobre la capacidad para contribuir al éxito de la empresa
común en la medida en que se espera.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta cada organización?
RETENCIÓN DEL PERSONAL
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El coste de contratar y formar nuevo personal es significativo, tanto en términos financieros como de tiempo y de costes operativos.
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Retener la gente de calidad requiere que ésta valore la empresa como fuente de bien-estar en un amplio sentido de la palabra y que quiera trabajar allí. Esa es la fuente de su compromiso y entusiasmo.
SALUD FÍSICA
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Las tasas de enfermedades, dolencias y mal-estar son altas y asistimos a importantes incrementos de problemas de salud, como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas. Estas estadísticas no son meros números sino personas de carne y hueso que también trabajan, y en muchos casos son miembros activos de la fuerza laboral.
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A menudo, las personas que sufren enfermedades, dolencias o mal-estar quieren seguir teniendo el apoyo de su empresa. Por ejemplo, una mujer con cáncer de mama puede desear seguir trabajando durante los tratamientos de quimioterapia.
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Las denominadas enfermedades ‘menos significativas’, como el agotamiento y el síndrome de estar quemado (burnout), son cada vez más usuales y prominentes. Si bien sus consecuencias no son necesariamente muy visibles, y no impiden necesariamente la presencia física de los empleados en el lugar de trabajo, se trata de un tema muy serio ya que éstos están faltos de energía, de vitalidad, de motivación y con una menor capacidad de atención al detalle, con todo lo que ello significa.
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En períodos de enfermedad, el personal necesitará tomarse algo de tiempo libre, o tal vez requerirá algo de flexibilidad respecto de su relación laboral. En dichas circunstancias, el personal afectado apreciará que su empresa le apoye realmente mediante el ejercicio de su responsabilidad social.
SALUD MENTAL
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El porcentaje de problemas de salud mental es posiblemente uno de nuestros mayores desafíos sociales.
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Temas como la depresión pueden no ser tan obvios para los otros, pero tienen un impacto silencioso sobre la productividad y el éxito del equipo.
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Dados los estigmas relacionados con problemas de salud mental, el personal puede resultar menos comunicativo acerca de lo que le ocurre. Sus efectos, sin embargo, siguen siendo evidentes.
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El estrés en el lugar de trabajo es probablemente uno de los mayores factores que contribuyen no sólo al ausentismo, sino también a la insatisfacción laboral.
AUSENTISMO
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Las tasas de ausentismo se han disparado.
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El ausentismo de corto plazo (1-2 días) puede afectar a la capacidad de una organización para ofrecer servicios y, por lo tanto, afectar directamente a la rentabilidad de la empresa.
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El ausentismo a largo plazo puede crear serios problemas, ya sea porque el personal no afectado tiene que hacerse cargo del trabajo adicional o porque hay que incurrir en costes adicionales para solventar la situación.
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El ausentismo también afecta a las personas que siguen trabajando ya que, a menudo, éstos acaban haciéndose cargo enteramente de una tarea extra a la suya, lo que potencialmente añade estrés a quienes se hacen cargo del problema.